Tue, 17 Nov 2020 in Verbum et Lingua
Las funciones discursivas de la nominalización
Resumen:
Este trabajo resalta la utilidad del análisis de las funciones que cumplen las diversas construcciones en los discursos. Se presenta una descripción y explicación de los usos de la nominalización en un corpus de artículos científicos. Los usos que se distinguen son los siguientes: 1) economía lingüística, 2) indicación del desconocimiento de datos argumentales, 3) intención ideológica de omitir información, 4) efecto de objetividad y 5) referencia anafórica y catafórica. Dentro de los usos anafóricos, se encuentran: a) mantenimiento y reificación de un referente y b) perfilamiento de una instancia concreta de un proceso. El análisis de un corpus de artículos científicos demuestra que estos usos se dan efectivamente en los textos, a la vez que permite proponer una función más de la nominalización: la metalingüística.
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Introducción
La gramática es un nivel lingüístico intrínsecamente unido a las condiciones pragmáticas en las que se producen los discursos, i. e., los actos de habla, la estructura conversacional, las implicaturas conversacionales, la cortesía y variados aspectos sociolingüísticos (Bachelor, 2015, p. 11). A su vez, ciertos patrones de uso de la gramática que se observan en textos individuales se pueden generalizar a otros textos y pasar a constituir una determinada tradición discursiva (Gallegos Shibya, 2003).
El cambio lingüístico es un fenómeno que comienza en el plano del habla y se convierte en una característica de la lengua. Debido a esta retroalimentación que existe entre lengua y habla, y a la interrelación que hay entre los niveles de la lengua, se intentará hacer aquí un tratamiento del tema de la nominalización que tome en consideración su configuración morfológica, sintáctica, semántica y discursiva. El fin último de este trabajo es distinguir las diversas funciones que la nominalización cumple en los discursos.
El enfoque cognitivo-funcional
Este estudio se enmarca en un enfoque pragmático-cognitivo o cognitivo-funcional (Nuyts, 2004). Esta perspectiva de análisis de los fenómenos lingüísticos se asienta sobre la convicción de que debe prestarse atención tanto a la dimensión funcional del lenguaje como a la cognitiva, simultáneamente y de un modo integrado, ya que si bien se relacionan con aspectos diferentes, ambas dimensiones son inherentes a la lengua (Nuyts, 2004; Müller, 2007).
Según esta corriente, toda emisión refleja una particular conceptualización de la experiencia entre muchas otras posibles, pues evidencia perfilamientos o puestas en relieve. Cada conceptualización particular se manifiesta en diversas características de las emisiones como la elección de las desinencias flexivas o el orden de los elementos en la oración. Desde una postura funcionalista, se considera “que los hechos de la gramática tienen en su origen una motivación funcional, pero después se extienden, generalizan, rutinizan y pueden incluso llegar a perder su función originaria. Se hacen, en definitiva, convencionales” (Elvira, 2009, p. 73).
La categorización desde el enfoque cognitivo-funcional
Hay dos enfoques sobre la categorización. El primero y más tradicional postula la existencia de categorías discretas, cuantitativa y cualitativamente bien definidas. Define las categorías mediante un conjunto de atributos esenciales que se aplican a todos y cada uno de sus miembros. El segundo concibe las categorías como clases abiertas en las que se da una transición gradual desde el centro o foco, donde se sitúan los ejemplares más prototípicos, a la periferia, donde figuran los elementos más periféricos, i. e., los casos que presentan una correspondencia solo parcial con el prototipo.1 Es la teoría de los prototipos, cuya formulación pertenece a Rosch (1973).
Desde la teoría de los prototipos se afirma que los cambios en las categorías lingüísticas
no afectan a todos los miembros de una categoría por igual ni al mismo tiempo. Ello es prueba de que la conformación interna de las categorías no es homogénea y de que, por lo tanto, no es posible establecer una misma caracterización, ni sintáctica ni semántica, para todos sus integrantes, más bien, las formas lingüísticas constituyen un continuum categorial tanto entre categorías como al interior de estas (Company Company, 2003, p.16-17).
Por otro lado, las categorías no se definen por sí mismas, sino en discurso y no en abstracto, como sucede por ejemplo con la palabra amante, que es un sustantivo en la emisión: El amante la acompañó, y es un adjetivo en el enunciado: El hombre amante de la simpleza es más feliz.
Rosch y sus colaboradores (Rosch & Mervis, 1975;Rosch, Mervis, Gray, Johnson & Boyes-Braem,1976) propusieron una nueva versión de la teoría, que llamaron Teoría delnivel básico. Esta propone tres niveles de categorización: el nivel superordinado,el básico y el subordinado. El nivel básico es el más importante desde el punto devista cognitivo, ya que recoge los miembros de cada categoría que con mayorfacilidad podemos distinguir y que actúan de un modo similar al de los prototipos.Este nivel básico se caracteriza, asimismo, por ser el que con mayor claridadpermite formar una imagen de una categoría concreta, por establecer un usoreferencial neutro y no metafórico de la etiqueta categorial, por sermorfológicamente simple y por constituir el nivel más homogéneo e informativo.2
La recategorización
Debido a que las categorías conforman un continuum no solo ad intra sino también ad extra, se producen a menudo intercambios categoriales como las nominalizaciones, adverbializaciones, adjetivaciones, etcétera, que se englobarán aquí bajo el término recategorización, según la propuesta de Rodríguez Espiñeira y Pena Seijas (2008). María José Rodríguez Espiñeira señala que la recategorización parte de un proceso de descategorización cuando una palabra de una clase se emplea con otras funciones, distintas de la primaria (en el caso del verbo, por ejemplo, predicar), lo cual produce que se pierdan algunas o muchas de sus propiedades categoriales. A su vez, la palabra descategorizada adquiere propiedades de las categorías que realizan típicamente esas otras funciones (Rodríguez Espiñeira & Pena Seijas, 2008, pp. 131-132).
Existen elementos léxicos con grados de pertenencia a más de una categoría denominados categorías híbridas o mixtas, o palabras de doble categoría (p. 11). Constituyen espacios intermedios entre categorías léxicas mayores y son el lugar de categorización de lo que tiene doble naturaleza. Además, se suele identificar a los elementos híbridos con aquellos que han derivado de otros a través de un proceso de conversión, sin verse acompañados de un cambio formal, v. gr., [el] cantante, [el] presidente (p. 89).
Generalidades sobre la nominalización
Nominalización es un término que se utiliza para hacer referencia a un proceso y a su resultado. El proceso es aquel por el cual se generan nombres a partir de palabras pertenecientes a otras clases léxicas, principalmente verbos y adjetivos. El resultado de este proceso es una palabra con una estructura morfológica de base verbal más sufijo nominalizador, en la mayoría de los casos (v. gr., recoger > recogimiento) o una palabra que ha sufrido un cambio funcional, aunque este no se manifieste formalmente (v. gr., [hombre] laburante > [el] laburante).
La nominalización es un recurso muy utilizado en el discurso periodístico y en los textos académicos (Cinto, 2009, p. 173). Este tipo de discursos hace gran uso de la nominalización por diversas razones que se analizarán más adelante, pero esencialmente se puede decir que estos usos se basan en el hecho de que nominalizar implica una técnica de “abstracción sustantiva” (Iturrioz, 1985, 2000-2001), por la cual se introduce en el universo del discurso un nuevo tipo de referentes que constituyen las figuras en un lenguaje de segundo orden (abstracto). Se produce una transición de la proposición al concepto o “reificación de contenidos proposicionales” (Iturrioz, 1985, 2000-2001). Ejemplo: Los romanos destruyeron la ciudad → La destrucción de la ciudad por los romanos”.3
El autor habla de una operación cognitiva universal con graduación de menor a mayor reificación de contenidos proposicionales o abstracción sustantiva,4 como puede observarse en el siguiente ejemplo:
- El niño vio cómo el gato saltaba desde el tejado.
- El niño vio que el gato saltaba desde el tejado.
- El niño vio al gato saltar desde el tejado.
- El niño vio el salto del gato desde el tejado.
Muchas nominalizaciones se caracterizan por manifestar aspecto y modo, y tomar argumentos, como sucede con los verbos; además, pueden llevar posesivos o determinantes, como los nombres. Los argumentos de las nominalizaciones pueden ser introducidos mediante las preposiciones de, por y por parte de (v. gr., la redacción del comunicado por [parte de] un comité), o el posesivo su (v. gr., su aceptación de la idea me tranquilizó). Otra manera de colocar los argumentos de un nombre es agregando adjetivos (v. gr., cualquier propuesta francesa será rechazada) o proposiciones relativas (v. gr., los días que pasé).
En cuanto a las estructuras que sirven para la determinación (artículos, demostrativos, cuantificadores y sus combinaciones), forman una escala continua entre extensionalidad e intensionalidad. El orden en que aparecen los modificadores del nombre en el sintagma nominal no es libre, sino que los adjetivos más marcadamente intensionales aparecen inmediatamente junto al nombre mientras que los elementos donde predomina el principio extensional (delimitación de la referencia sin que el concepto como tal se vea mayormente afectado: artículos, demostrativos y cuantificadores) se alejan del nombre (Gallegos Shibya, 2003, pp.156-163).
Las funciones discursivas de la nominalización
La nominalización es un mecanismo muy utilizado en los textos científicos (Cinto, 2009; Peris Morant, 2012) por su poder de abstracción. Peña Martínez (2006) señala que la nominalización en su función anafórica resulta útil en estas clases de discursos por su “poder argumentativo y explicativo” (p. 4). Por este motivo, se ha elegido como corpus de este trabajo una muestra de seis artículos científicos publicados entre los años 2013 y 2014 en tres revistas científicas halladas en Dialnet: Lengua y Habla (Universidad de Los Andes, Venezuela), Estudios de Lingüística de la Universidad de Alicante (España) y Lexis (Pontificia Universidad Católica del Perú).
Como puede apreciarse en sus nombres, las revistas seleccionadas tienen como temas de estudio la literatura y la lingüística. Gran parte de los textos del corpus constituyen abordajes teóricos de diversos temas lingüísticos, como el componente pragmático en la morfología del español (Gallegos Shibya, 2014), la especificación semántica y la neutralización entre lenguas (Vázquez Diéguez, 2013), la adquisición del lenguaje (Fernández Flecha, 2014) y la evidencialidad en la transferencia entre lenguas (Avellana, 2013). Los artículos restantes llevan a cabo abordajes teórico-prácticos. Uno de ellos realiza un análisis de entrevistas sobre el discurso político (Álvarez, 2013) y el otro analiza sintácticamente titulares de diarios (Quintero Ramírez, 2013). En todos los casos, la expectativa fue la de encontrar una alta ocurrencia de nominalizaciones. Se revisaron los artículos en su totalidad.
A continuación, se detallan las funciones de la nominalización halladas y se proveen ejemplos de estos usos extraídos del corpus. Se parte de las funciones de las nominalizaciones en los textos que enumera Palazón (2008, p. 175): a) economía lingüística o condensación, b) desconocimiento de datos argumentales y c) intención ideológica de omitir cierta información para llevar al lector a una interpretación desviada de la información.
El uso de la nominalización como mecanismo de economía lingüística puede observarse en los textos científicos en la mayoría de los títulos y subtítulos. Algunos ejemplos son los siguientes, en los que las nominalizaciones han sido resaltadas en negrita:5
1) a. Especificación semántica versus neutralización entre español y portugués. Su formalización en los diccionarios bilingües (Vázquez Diéguez, 2013, p. 301).
b. El discurso político cotidiano: análisis de entrevistas del corpus del habla de Mérida (Álvarez, 2013, p. 1).
c. Fenómenos de transferencia entre lenguas: evidencialidad en el español en contacto con el guaraní y el quechua (Avellana, 2013, p. 31).
En estos casos las nominalizaciones permiten evitar el desarrollo de oraciones finitas, que son más extensas. Por ejemplo, la nominalización análisis resume lo que puede decirse de manera finita así: Aquí se analizarán entrevistas…
Como se anticipó, el recurso a la nominalización también se produce cuando se desconocen datos argumentales (quién hizo la acción, con qué instrumento, etcétera), cuando éstos son deducibles o cuando no se los quiere nombrar por razones ideológicas. Los casos que se presentan a continuación constituyen ejemplos de esta función:
2) No existe el diccionario bilingüe ideal, todos los que hay en el mercado hasta los años 90 son claramente históricos: recogen el léxico conforme a la antigüedad en el idioma y no según su utilización […] (Vázquez Diéguez, 2013, p. 325).
3) La presente investigación muestra que, entre los 16 y los 24 meses, los infantes criados en un entorno hispanohablante son ya capaces de producir signos lingüísticos basados en una asociación entre aspectos prosódicos, y funciones o intenciones comunicativas (Fernández Flecha, 2014, p. 7).
En relación con esta función de la nominalización puede señalarse otra función de ésta en los textos, particularmente en el discurso académico. Se trata de la función de producir en el lector una impresión de objetividad (Cinto, 2009, p. 183; Quintero Ramírez, 2013, p. 178). El caso que sigue es solo un botón de muestra:
4) Es necesario señalar que el registro de las nominalizaciones fue elaborado a partir de las unidades tipo (type) y no de las ocurrencias (tokens), ya que nos interesa focalizar la productividad de los sufijos en cada uno de los registros, mientras que las ocurrencias dependen regularmente de la constancia temática y la progresión semántica del texto (Gallegos Shibya, 2014, p. 124).
Por último, la nominalización también suele ser utilizada con una función catafórica y -sobre todo- anafórica.6 Los ejemplos que siguen constituyen ejemplos de este uso fórico. En ellos se puede observar cómo se reactiva o anticipa un referente que se presentó -o se presenta luego- en el discurso como proceso o acción, a la vez que se lo recategoriza o reifica convirtiéndolo en una entidad estática, individualizada.
El primer ejemplo es una anáfora que retoma, con un nombre (grabación), lo expresado en la oración anterior: “Todos los niños fueron grabados en video -audio incluido- en sus casas, interactuando con un adulto que les era familiar. Cada grabación tuvo una duración aproximada de 20 minutos” (Fernández Flecha, 2014, p. 15).
Otro ejemplo de este procedimiento es la siguiente anáfora, en la que el término disposición es repetido en la segunda oración para retomar una parte de lo expresado en la oración anterior o, mejor dicho, en palabras de López Samaniego (2013), para perfilar una instancia concreta del proceso, ya reificado, pues fue presentado mediante nominalizaciones (tratamiento, disposición) en la oración anterior:
5) Pretendemos en este trabajo reflexionar sobre un aspecto esencial de la lexicografía bilingüe: el tratamiento y la disposición de los equivalentes en la microestructura. Dicha disposición se verá centrada en el español y portugués peninsulares (Vázquez Diéguez, 2013, p. 301).
Como puede observarse en los ejemplos presentados, existen diferentes niveles de lexicalización en las nominalizaciones que podrían ser objeto de un estudio filológico pormenorizado. Lo mismo sucede con gran cantidad de términos del registro científico que se encuentran ya lexicalizados, como marcación, (los) derivados, nominalización, tradición discursiva, (los) contenidos, competencia y ocurrencias. Este tema no se desarrolla aquí por exceder los límites de este trabajo. Solo se propone denominar a este último uso de la nominalización uso metalingüístico.
Se habla de un uso metalingüístico porque los sustantivos de esta clase poseen una función metadiscursiva (más o menos consciente). Actúan como rótulos metalingüísticos para referirse fragmentos del discurso o a otro tipo de realidades lingüísticas; por ejemplo, acciones relacionadas con el “decir” (v. gr., redacción, corrección), formatos discursivos (v. gr., titular), operaciones conceptuales lingüísticas (v. gr., conclusión). Dentro de esta utilización del lenguaje se pueden ubicar términos hallados en el corpus como afirmación, aseveración, definición, presentación, comentario, introducción, desarrollo, conclusión, etcétera, que suelen encontrarse en los textos en sintagmas nominales encabezados por determinantes como esa o dicha.7
De más está decir que en numerosas ocasiones una misma nominalización cumple diversas funciones de las distinguidas en este trabajo. Obsérvese el siguiente ejemplo como botón de muestra. En el resumen de uno de los artículos analizados figura la siguiente expresión:
6) Las lenguas española y portuguesa poseen un elevado número de voces comunes que se usan en la lengua cotidiana de modo diferente. Dicha afirmación se verifica en portugués en una especificación semántica en el uso de las voces habituales que no presenta el castellano (Vázquez Diéguez, 2013, p. 301).
En este caso, la palabra afirmación reenvía al lector a la oración anterior, retoma el referente presentado allí. Además, la presentación de la acción que lleva a cabo el autor del artículo en la oración anterior (afirmar) mediante una nominalización le permite a este impersonalizar el discurso, ocultar el dato argumental del agente de la acción. Esto, a su vez, da al texto un efecto de objetividad, el cual ha sido relacionado con la intención ideológica de los textos científicos.
Conclusión
La nominalización constituye un proceso de recategorización léxica por el cual se forman sustantivos a partir de palabras pertenecientes a otras categorías léxicas, principalmente verbos y adjetivos. También se llama nominalizaciones a los términos resultantes de este proceso. Estos términos pueden tomar argumentos encabezados por preposiciones. También suelen estar acompañados de adjetivos y determinantes.
La operación lingüística de reificación o abstracción sustantiva que se produce con la nominalización sirve para diversos fines discursivos. En el corpus revisado se hallaron los siguientes: 1) economía lingüística, 2) indicación del desconocimiento de datos argumentales, 3) intención ideológica de omitir información, 4) efecto de objetividad y 5) referencia anafórica y catafórica. Dentro de las funciones anafóricas, se encuentran: a) mantenimiento y reificación de un referente y b) perfilamiento de una instancia concreta de un proceso. También se propuso una función metalingüística para aquellas nominalizaciones de verba dicendi (v. gr., afirmación) y otras referentes a cuestiones lingüísticas (v. gr., [los] contenidos, competencia).
Resumen:
Main Text
Introducción
El enfoque cognitivo-funcional
La categorización desde el enfoque cognitivo-funcional
La recategorización
Generalidades sobre la nominalización
Las funciones discursivas de la nominalización
Conclusión