Visibilidad de la co-innovación en sitios Web
de empresas en América Latina
Visibility of Co-innovation in the Websites of Ccompanies in Latin America
María Cristina Ocampo-Villegas
Universidad de la Sabana (Colombia)
http://orcid.org/0000-0003-4240-0021
Elías David Suárez Sucre
Universidad de la Sabana (Colombia)
eliasd.suarez@unisabana.edu.co
Recibido: Junio
28, 2019
Aceptado: Noviembre
6, 2019
RESUMEN
La innovación colaborativa
abierta, co-innovación o co-creación
es una nueva tendencia en investigación y desarrollo que está siendo adoptada
por diferentes organizaciones en todo el mundo. El presente trabajo busca dar
respuesta a ¿Cómo las grandes empresas de América Latina están utilizando sus
sitios Web para visibilizar los
procesos de innovación colaborativa abierta e interactuar con sus públicos de
interés? La investigación es un acercamiento al conocimiento de la innovación
empresarial en la región, en particular en las grandes empresas. Se revisaron
en total 120 home page de las
empresas más grandes de México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Perú, Chile,
Argentina y Brasil, excluyendo las multinacionales cuyo capital de origen fuera
externo al país analizado. De este total, se evidenció el registro de procesos
de co-innovación en 43 sitios Web, lo que equivale al 36% de las empresas analizadas. El análisis
de dicha información arrojó que prevalece la co-innovación
abierta con colaboradores integrados, principalmente con clientes y
proveedores.
Palabras clave: Innovación, Gestión
de sitios Web, grandes empresas.
Código JEL: M15, O39.
ABSTRACT
Open collaborative innovation, co-innovation or
co-creation is a new trend in R+D that is being adopted by different
organizations around the world. The present work seeks to answer the question
of how large companies in Latin America are using their Websites to show their open collaborative innovation
processes in the interaction with their stakeholders. The research seeks an
approach to the knowledge of business innovation in the region, particularly in
large companies. A total of 120 home pages of the largest companies in Mexico,
Costa Rica, Colombia, Ecuador, Peru, Chile, Argentina and Brazil were reviewed,
excluding multinationals whose capital of origin was external from the country
analyzed. From this total of revised pages, the registration of co-innovation
processes was evidenced in 43 websites, which is equivalent to 36% of the
companies analyzed. The analysis of this information showed that open
co-innovation prevails with integrated collaborators, mainly with customers and
suppliers.
Keywords: Innovation, Websities
management, large companies.
JEL Code:
M15, O39.
INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente
las empresas han desarrollado y gestionado sus actividades de innovación bajo
modelos cerrados, desde sus oficinas de Investigación, Desarrollo e Innovación
(I+D+I), con recursos y conocimientos propios. Sin embargo, los desafíos en
costos y tiempo para llevar con éxito el proceso de transformar una idea en un
producto comercializable, o un proceso viable, han dado paso a un nuevo modelo
de innovación abierta (Mejía-Villa et al.,
2017).
En este
sentido, las organizaciones han debido reconocer el papel que cumplen los
públicos de interés y el protagonismo que tienen frente a la toma de
decisiones. Los procesos de innovación, deben responder a las expectativas de
los públicos ya que serán estos quienes juzguen, en la esfera pública, la pertinencia
de los desarrollos empresariales (Bentele & Nothhaft, 2010). Este fenómeno ha despertado el interés
académico sobre los estudios sobre innovación colaborativa abierta y el
paradigma de co-creación, en los que se involucra a
los públicos de interés en el desarrollo de nuevos productos (Chesbrough, 2003).
En este
contexto y dentro del ecosistema comunicativo actual (Scolari,
2015), para todas las organizaciones, tanto para aquellas nacidas con el boom de las empresas punto com a
inicios del Siglo XXI, como para las que venían de la era industrial y que
superaron el cambio de siglo; incluso para las que surgen en épocas más
recientes, los medios digitales se convierten en agentes facilitadores de la
relación entre la organización y sus públicos.
Además,
dichos medios son fundamentales en la consolidación competitiva de las
empresas. Según lo advierte Gálvez (2014), las Tecnologías de Información y
Comunicación (TIC) son herramientas de apoyo a la gestión empresarial, que
contribuyen a la construcción de estrategias de competitividad, innovación y
sostenibilidad, lo que en última instancia impacta a la sociedad en
general.
La adopción
de las TIC puede mejorar el rendimiento empresarial ya que aceleran la
comunicación y el procesamiento de la información, lo que puede ayudar a
reducir costos relacionados con la toma de decisiones. También pueden promover
una reestructuración sustancial de la empresa, haciendo más flexibles y
racionales los procesos y mejorando los canales de comunicación con proveedores
y clientes, lo que puede aumentar la capacidad de innovación (Grazzi & Jung, 2016). Para visibilizar a las
organizaciones, dentro del ecosistema digital, se desarrollan las páginas o los
portales Web, que representan canales
fundamentales para el relacionamiento entre las organizaciones y sus públicos
de interés. Es allí en donde la organización muestra cuáles son sus intereses,
su misión, visión, objetivos, filosofía, historia y, desde luego, el lugar más
adecuado para convocar a los públicos en los procesos de innovación
colaborativa abierta. Ya en 2004, Baeza y otros (2004) reconocían la
importancia del sitio Web al advertir
que constituye un avance tecnológico en la historia de la humanidad por que se
ha vuelto indispensable para la población mundial.
Las páginas
Web se convirtieron rápidamente en la
mejor opción para buscar información relevante y los buscadores de internet
conducen a las páginas de las organizaciones que se desean consultar. De ese
año, se ha avanzado mucho en la construcción de esta herramienta digital. Es
difícil pensar en una organización, por pequeña que sea, que no cuente con una
página Web como ventana al mundo y
como principal medio de comunicación con sus diferentes públicos. Sin embargo,
datos de prensa indican que, en México, sólo el 10% de las pequeñas y medianas
empresas (PYME) cuentan con sitios Web
(El empresario, 2019). Dicha situación se atribuye a que las empresas están
acostumbradas al marketing
tradicional o a la recomendación voz a
voz para la promoción de sus bienes y servicios (Roberto, 2018).
No
obstante, estas tecnologías son responsables del cambio fundamental que ha
tenido el trabajo en las organizaciones y la forma de hacer los negocios, en un
mundo globalizado y generan un reto para las empresas de los países emergentes.
Si bien, la diferencia tecnológica entre los países de alto desarrollo y los
emergentes se ha reducido en los últimos años, las empresas de los países
latinoamericanos siguen adaptándose a la dinámica de integración de los
mercados y al contacto con las personas que cada día más utilizan la Internet
para sus relaciones personales y comerciales (García et al., 2018). Sin embargo, las ganancias de productividad
impulsadas por las TIC varían ampliamente entre los países y sectores. Según Grazzi y Jung (2016), la evidencia empírica indica que las
características operativas y organizativas específicas de la empresa,
determinan tanto el beneficio que ofrecen las TIC como el impacto de su utilización.
Las TIC
parecen funcionar como un facilitador que permite a las empresas utilizar
nuevos procesos y prácticas de negocio, así como mejorar su rendimiento, pero
esto se evidencia con mayor frecuencia en las empresas que invierten en
procesos de cambio organizacional y capital humano. Dichas inversiones aumentan
la capacidad de absorción y maximizan el impacto real de las nuevas tecnologías
(Grazzi & Jung, 2016). Por lo anterior, el presente artículo desea
indagar sobre ¿cómo las grandes empresas de América Latina están utilizando sus
sitios Web para visibilizar los
procesos de innovación colaborativa abierta e interactuar con sus públicos de
interés?
INNOVACIÓN Y CO-INNOVACIÓN
Para hablar
específicamente del papel de los medios digitales frente a la innovación
empresarial, se debe partir de la definición de innovación y de innovación
colaborativa abierta. Innovación significa cosas diferentes para diferentes
personas. Así lo señalan Cirera y Maloney (2017),
quienes parten del concepto de Schumpeter (1934) según el cual, la innovación
es la capacidad de utilizar el conocimiento para desarrollar y aplicar nuevas
ideas, lo que resulta de cambios en la producción y la estructura
organizacional. En este sentido, se puede calificar como innovación:
■ La
introducción de un nuevo producto o modificaciones a un producto existente
■ Un
nuevo proceso o tecnología en una industria
■ El
descubrimiento de un nuevo mercado
■
Desarrollo de nuevas fuentes de suministro de insumos y materias primas
■
Cambios en la organización industrial
La innovación es más
amplia que la invención e incluye las aplicaciones comerciales de la tecnología
digital, un nuevo material o nuevos métodos y procesos. Involucra el proceso de
adopción de tecnologías existentes, el proceso de copiar o imitar otros
productos, o la adopción de nuevas prácticas gerenciales y organizacionales
experimentadas en otras compañías. La innovación también incluye la invención
de nuevas tecnologías y modelos comerciales disruptivos, que representan una
pequeña parte de todo lo que se considera como innovación (Cirera
& Maloney, 2017).
Gálvez (2004), citando a
Castells y Pasola (2003), indica que la innovación es
sinónimo de cambio y que dicho cambio puede darse en la fabricación o gestión
de productos. Más adelante, el autor señala que, según la Asociación Española
de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA, 1995), la innovación puede
ser de productos, de procesos o de gestión. Así:
La innovación en productos se materializa en la
comercialización de un nuevo artículo o en la mejora de otro existente, la
innovación en procesos dota a la empresa de nuevos equipos o nuevos procesos de
producción, y la innovación en gestión se manifiesta en cambios o mejoras en la
dirección, en las compras, en la comercialización y ventas, etc. (AECA, 1995, citado por
Gálvez, 2014).
Así mismo, la innovación
parte del intelecto o capital humano que funciona como acelerador o dinamizador
de los procesos. Es decir:
Actúa
como un sistema estratégico para revelar, generar e incorporar los procesos de
cambio y el ‘modelo de aprendizaje organizativo’ para desarrollar capacidades
tecnológicas y dinámicas para crecer, consolidarse y competir en entornos
turbulentos (Bueno et al., 2016).
En esta línea, es
importante contemplar qué se entiende por inversión en innovación ya que la
innovación no se limita a la creación de productos nuevos y todos los cambios
empresariales están sujetos a la destinación de recursos, tanto físicos como
humanos y financieros. Por lo tanto, la inversión en innovación contempla tanto
los recursos que se destinan a la investigación y desarrollo como aquellos que
son empleados para comprar derechos de propiedad intelectual (patentes, marcas
registradas, diseños industriales, copyright
y servicios de consultoría (Mohan, Strobl, &
Watson, 2016 citado por Grazzi & Pietrobelli, 2016).
Dentro de los recursos
empleados también se debe contemplar el uso y destino de las TIC. Para Gálvez
(2014), las TIC facilitan la recolección, almacenamiento y aprovechamiento de
la información. No obstante, para que impacte en la innovación, el uso de los
medios digitales debe partir del reconocimiento del otro y de un sentido de
confianza en los aportes que los públicos den para la construcción de los
cambios novedosos.
La innovación puede ser
abierta o cerrada. El modelo de innovación cerrada corresponde a las empresas
que realizan sus procesos de desarrollo solo al interior de la organización,
dentro del mayor secretismo posible, pueden acceder a fuentes externas de
conocimiento, pero solo para una fase específica del proceso de innovación y
generalmente lo hacen con colaboraciones didácticas. Las empresas crean, para
estos efectos, departamentos de investigación y desarrollo (I+D) a los que vinculan
personal altamente calificado capaz de guardar la confidencialidad de sus
desarrollos.
La innovación abierta,
permite el reconocimiento de otros actores externos que contribuyen a la
creación de nuevos productos, lo que marca la diferencia entre mantener los
productos tradicionales o dar un salto disruptivo hacia la transformación y la
adaptación a las nuevas necesidades de las actuales generaciones. Un ejemplo de
esto es el caso de la empresa LEGO que, gracias a las alianzas logradas con las
empresas de entretenimiento audiovisual, logró reinventarse y recuperar una
porción del mercado que se había perdido por la aparición de los videojuegos
(Gutiérrez et al., 2018).
La co-innovación,
es un nuevo paradigma en el campo de la creación de valor que se deriva de la
integración de recursos externos e internos para generar y co-crear
valor. La co-innovación tiene diferentes valores para
las empresas: puede aumentar la cuota de mercado y reducir el tiempo de
comercialización, también aumenta los resultados de aprendizaje y conocimiento
de las organizaciones. Esta es una nueva estrategia que pone a los clientes a
trabajar, permitiéndoles convertirse en co-innovadores
(Bugshan, 2015).
El modelo de innovación
abierta o co-innovación se refiere a empresas que
pueden trabajar con muchos socios diferentes. Distingue tres tipos de
colaboración: en primera instancia está la innovación con colaboradores
especializados que concentra sus aportes en un único punto del proceso de
innovación, generalmente en la parte inicial que corresponde a la idea
innovadora. Este es el caso de empresas que involucran a un amplio conjunto de
actores (universidades, expertos, centros de investigación) en esta fase de
generación de ideas. La segunda modalidad, se realiza con colaboradores
integrados, en la que las empresas abren sus procesos de innovación a las
contribuciones de algunos socios claramente identificados y que guardan una
relación estrecha con la organización (proveedores, clientes o personal interno
que labora en diferentes dependencias).
Un tercer modelo
corresponde a las empresas totalmente abiertas, capaces de manejar un amplio
conjunto de relaciones tecnológicas que impactan en el proceso de innovación y
que involucran un amplio conjunto de diferentes socios que trabajan en red y
que pueden ser tanto internos como externos a la organización (Lazzarotti & Manzini, 2009).
Grandes empresas
internacionales como Audi y Microsoft están estimulando la creación de
comunidades en línea, principalmente de consumidores, para ampliar la
comprensión sobre sus productos y abrir la discusión sobre las nuevas líneas de
negocio. Estos son esfuerzos de co-innovación o
innovación colaborativa abierta, facilitados por el uso de las TIC que
enriquecen el proceso de interacción entre los clientes y las empresas y que se
constituyen en una fuente valiosa de creación de valor tanto para las empresas
como para los clientes (Bugshan, 2015).
La co-innovación
se facilita gracias al desarrollo de las redes sociales que revolucionaron la
forma en que los consumidores y las empresas interactúan (Choudhury & Harrigan, 2014, citado por Bugshan,
2015). Cada vez son más las empresas que desarrollan comunidades en línea para
facilitar su interacción con el cliente para fines de co-creación.
Una ventaja adicional para una empresa es que las comunidades en línea
facilitan la interacción social de sus consumidores a muy bajo costo (Bugshan, 2015). No obstante, el primer contacto con los
públicos que desean participar del proceso de innovación se da a través del
sitio Web que es la ventana de
relacionamiento principal de toda organización.
Ventajas de la co-innovación
mediada por TIC
Un
estudio de caso desarrollado por Hatem Bugshan (2015), en el que se analizó el comportamiento de
la comunidad en línea: Dell IdeaStorm, arrojó resultados importantes con respecto a
la interacción social de la comunidad en línea, en la que se generó un sentido
de responsabilidad, involucramiento y disponibilidad para compartir
conocimiento, lo que ayuda a la conformación de capital social. Bugshan (2015) indica que esta comunidad en línea permite a
los usuarios finales tener interacción social con otros miembros de la
comunidad; la membresía de la comunidad desarrolla su sentido de
responsabilidad. Este sentido de responsabilidad en los miembros de esta
comunidad los convence a compartir conocimiento e información, que a su vez
sirve para desarrollar las ideas existentes, genera nuevas ideas para un
producto existente o desarrolla sugerencias completamente nuevas.
La
comunidad en línea, como un factor principal de capital social, crea un entorno
donde los miembros apoyan a otros, en forma gratuita o a un costo muy bajo, en
comparación con las grandes inversiones que se hacen en innovación y
desarrollo, innovación cerrada, o al interior de las compañías. Los miembros de
estas comunidades se sienten comprometidos con los demás, lo que los lleva a
aportar ideas que contribuyen al mejoramiento de una idea inicial o de un
problema planteado. Los miembros comparten información y conocimiento para un
producto específico con otros pares, aunque no se conozcan entre sí y aunque no
exista una retribución económica de por medio.
Bugshan (2015) afirma que de esta manera se
genera capital social como fuente importante de creación de valor en esta
comunidad. Fortalecidos por las redes sociales, las personas se sienten
atraídas por esta comunidad en línea y desean unirse a sus campos de interés
para desarrollar una nueva idea. El autor concluye que las comunidades en línea
son una herramienta productiva para desarrollar la co-innovación
en la medida en que estas comunidades facilitan la interconectividad de los
usuarios y desarrollan capital social. Con este sistema de innovación
colaborativa abierta, la empresa no solo puede acceder a ideas novedosas para
la creación de nuevos productos, también permite a los miembros de la comunidad
discutir sobre la forma de solucionar problemas presentados en los productos
existentes y sobre los cuales se han generado quejas y reclamos por parte de
los usuarios (Bugshan, 2015).
No
obstante, Lazzarotti y Manzini
(2009) realizaron un estudio con 52 compañías italianas en el que comparan los
dos modelos de innovación: abiertos y cerrados. En dicho estudio se exploró qué
tan abiertos eran los procesos de innovación y el número de públicos con los
que se trabajaba. Como conclusión, las autoras señalan que los dos modelos
ofrecen diferentes grados de beneficios y costos. Así mismo, que la elección
del modelo de innovación a seguir, depende en gran medida de la estrategia y de
las características gerenciales de las empresas. Citando a Dahlander
y Gann (2007), las autoras indican que no es cierto que "cuanta más apertura,
mejor" ya que una gran apertura puede traducirse en altos costos. Por lo
anterior, proponen enfoques intermedios que resultan en opciones interesantes
en términos de beneficios y costos (Lazzarotti & Manzini, 2009).
El papel de la TIC en los procesos
de innovación en América Latina
Los
estudios consultados sugieren que existe una relación entre innovación,
productividad, acceso y uso de las TIC. No obstante, esa relación no es tan
sencilla de identificar y, en América Latina, existen pocas investigaciones empíricas
sobre el caso (Grazzi & Pietrobelli,
2016). A pesar de la falta de información existente, se puede aseverar que, en
las economías modernas, las TIC favorecen el desarrollo de nuevos procesos,
pueden facilitar la reestructuración interna, flexibilizar los procesos,
reducir los requerimientos de capital y disminuir los inventarios. También
facilita la comunicación externa con proveedores, clientes y otras empresas, así
como el intercambio de conocimiento (Grazzi & Pietrobelli, 2016). Gálvez (2014)
plantea que parece existir una relación cercana entre los resultados del uso de
las TIC y los procesos de innovación. Este autor realizó una investigación
entre 1201 empresas colombianas, ubicadas en el segmento de las micro, pequeña
y mediana empresas.
La investigación buscaba establecer la relación entre el grado de utilización de las TIC y la innovación en este segmento empresarial. Como resultado, Gálvez (2014) concluye que el uso de las TIC mejora en forma importante los productos, servicios y la comercialización de nuevos productos. Así mismo, la investigación arrojó que el uso de las TIC genera cambios en mejoras en la gestión, en compras y en aprovisionamientos, y en los procesos de comercialización y ventas. Sin embargo, no pudo comprobar que el uso de las TIC contribuyera a mejorar los procesos productivos o a la propensión por adquirir nuevos equipos.
Por
otra parte, el índice de innovación desarrollado por la agencia de noticias Bloomberg (2016), para 2016, lista los
50 países más innovadores del planeta. La lista está liderada por Corea del
Sur, seguida por Alemania, Suiza, Japón, Suecia y Singapur. En estos 50 países,
solo aparece un país latinoamericano, Argentina, en el puesto 49.
Grazzi y otros (2016) suman al panorama
señalado el hecho de que la difusión de las TIC es aún bajo en América Latina y
el Caribe, aunque se evidencia una tendencia a incrementarse. Para 2014, según
datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), citado por Grazzi y otros (2016), la penetración de la banda ancha
para Europa, Estados Unidos y Canadá era de 32 conexiones por cada 100
habitantes. América Latina y el Caribe, apenas registraron 10 conexiones por
cada 100 habitantes.
A
pesar de los datos negativos arrojados por la UIT, un estudio del Banco
Mundial, desarrollado entre 2009 y 2010, muestra la difusión de banda ancha,
uso de correo electrónico y disponibilidad de un sitio Web en las empresas. Los resultados son más optimistas ya que casi
el 85% de las empresas encuestadas de América Latina y el Caribe tienen
conexión a la Internet de alta velocidad, el 90% usa el correo electrónico para
comunicarse con los clientes y proveedores y el 60% tiene su propio sitio Web. Lo anterior ubica a la región como
una de las de mayor penetración de las TIC entre los países en desarrollo (Grazzi et al.,
2016). No obstante, los autores hacen una fuerte crítica al documento en el
sentido de que solo evalúa el uso de las TIC más básicas que, en otras
latitudes, ya se dan por descontadas dentro de las organizaciones.
La
innovación implica tanto la introducción de nuevos productos como
descubrimientos o cambios significativos en la organización. En América Latina,
la innovación de las empresas de la región está mucho más concentrada en la
adaptación y adquisición de maquinaria y equipo, en la imitación y la
transferencia tecnológica, ya que, la investigación y desarrollo son sumamente
costosas para estas economías y el retorno de la inversión solo se evidencia en
el largo plazo (Grazzi et al., 2016), situación que no es financieramente viable para
muchas de las empresas.
Los
mercados inestables y la dependencia del consumo interno, limitan a las
empresas a emprender proyectos costosos y de largo plazo. Esta situación las
sumerge en un círculo vicioso porque la escasez de recurso les impide
desarrollar proyectos propios de innovación, sin permitirles alcanzar nuevos
mercados y mejorar los flujos de caja. Por lo tanto, siguen dependiendo de la
demanda local y enfrentados a la competencia multinacional que sí está
invirtiendo y renovándose constantemente.
Un informe
del Banco Mundial sobre innovación (Cirera &
Maloney, 2017) presenta una relación directa entre la apropiación, absorción y
adaptación de tecnologías y el crecimiento y desarrollo de los países. En 1900,
señalan los autores, países como Argentina, Chile, Dinamarca, Suecia y el sur
de los Estados Unidos, tuvieron similares niveles de ingreso per cápita, pero capacidades diferentes
para innovar. Los países nórdicos y Estados Unidos aceleraron, mientras que
América Latina perdió terreno. En el siglo XX, Japón y los Tigres Asiáticos
despertaron su capacidad para innovar y acortar los rezagos tecnológicos.
Países que no han podido innovar y aplicar tecnología tienen menos
posibilidades de que sus industrias actuales avancen o que nazcan nuevas
industrias (Cirera & Maloney, 2017).
Aunque
el desarrollo de la innovación está vinculado a universidades, centros de
pensamiento e instituciones gubernamentales, los analistas coinciden en que el
principal generador de innovación es la empresa. Sin embargo, las empresas de
los países en desarrollo, y en particular las latinoamericanas, carecen de
capacidades que van desde la contabilidad básica, habilidades de diseño de la
planta, hasta las herramientas para planificar en un horizonte plurianual e
identificar un avance tecnológico relevante y capacitar al personal para
adaptarlo. Sin este dinamismo empresarial, las instituciones gubernamentales y educativas
no cuentan con un socio idóneo que les permita multiplicar el proceso de
innovación (Cirera & Maloney, 2017).
Por
otra parte, Grazzi y Pietrobelli
(2016) encontraron una relación directa entre la baja productividad de los
factores de producción y el nivel de desarrollo de los países de América
Latina. La productividad está ligada a la gestión empresarial y, según el estudio
de Grazzi y Pietrobelli
(2016), estuvo estancada por cincuenta años, entre 1960 y 2011. En este
sentido, los autores afirman que “los resultados económicos de un país o sector
dependerán en última instancia de las decisiones que se tomen a nivel de la
empresa” (p. 29).
METODOLOGÍA
Para establecer una aproximación sobre ¿cómo las grandes empresas de América Latina están utilizando sus
sitios Web para visibilizar los
procesos de innovación colaborativa abierta e interactuar con sus públicos de
interés?,
esta investigación a través de una metodología exploratoria-descriptiva, parte
de la revisión de 120 sitios Web de
las empresas consideradas como las más grandes y de capital nacional en ocho
países de la región. Los listados fueron tomados de las clasificaciones
publicadas por medios de carácter económico en cada país: México
En una segunda instancia, se apeló a un análisis
de contenido que tomó como unidad de análisis las principales páginas de cada
portal, a partir de sus menús y sistemas de navegación y búsqueda. Las
categorías de análisis fueron estipuladas en atención a identificar la
divulgación de:
§ Objetivos
claros relacionados con los procesos de innovación, por ejemplo, si la
innovación se realizaba para mejorar los productos o para satisfacer las
expectativas de los clientes.
§ Términos
o palabras clave relacionadas a la innovación: Innova, innovación, innovar,
ideas, ideas nuevas, creación y co-creación.
En algunos de los casos, los sistemas de búsqueda
remitían a documentos alojados en cada portal, a los cuales no se accede desde
los menús de navegación. Estos documentos en formatos distintos al HTML,
también fueron revisados. En un tercer paso, siguiendo los conceptos aportados
por Lazzarotti y Manzini (2009), se
clasificó el proceso presente en cada página analizada, ligando el concepto a
un objetivo en uno de los cuatro tipos de innovación: 1) Innovación
cerrada; 2) Innovación abierta o co-innovación con
colaboradores especializados; 3) Innovación abierta o co-innovación
con colaboradores integrados; 4) Innovación totalmente abierta. La siguiente
instancia consistió en identificar el tipo de público que se convocaba a través
del sitio Web para participar del
proceso de innovación colaborativa abierta. Estas categorías no fueron
predefinidas y se tomaron como emergentes para cada caso. Adicionalmente, se
encontró que varios de los sitios Web
de las empresas se vinculaban a otras páginas o plataformas especializadas en
la innovación.
RESULTADOS
Respecto a los 120 portales analizados, en 66 de
estos se menciona la palabra innovación, creación o similares, dentro del
concepto de innovación, lo cual equivale al 55% de los sitios Web analizados. Sin embargo, no todas
las empresas que mencionan la innovación incluyen con claridad un objetivo
relacionado con la generación de valor a partir de la realización de procesos
que involucren nuevas ideas. Solo 43 de los sitios Web revisados (35,8%) registran un objetivo claro. De la misma manera, como se evidencia en la Gráfica 1, las
empresas que registran procesos de innovación en sus páginas, no son claras en la
formulación del objetivo. Por lo anterior, 41 páginas empresariales (34,1%)
visibilizan procesos de innovación, independientemente de si han señalado un
objetivo claro de innovación.
Gráfica 1
Presencia de Objetivos de innovación en las páginas Web
Fuente:
Elaboración propia.
Al verificar la presencia de los objetivos de innovación por países (Gráfic2 2), se encuentra que las empresas analizadas de Brasil son las que presentan mayor número de sitios Web con objetivos claros de innovación (9; 60%), seguido de Argentina (7; 46,6%) y México (5; 40%).
Gráfica
2
Presencia
de objetivos de innovación por países. Fuente: Elaboración propia
Fuente:
Elaboración propia
La siguiente observación consistió en vincular la información
sobre innovación, registrada en los sitios Web,
a alguno de los cuatro tipos de innovación señalados por Lazzarotti y Manzini (2009): 1) Innovación cerrada; 2) Innovación
abierta o co-innovación con colaboradores
especializados; 3) Innovación abierta o co-innovación
con colaboradores integrados; 4) Innovación totalmente abierta.
Los datos agregados (Gráfica 3) indican que 20 de los tipos de innovación observados corresponden a innovación cerrada, lo que equivale a 41,6% de las observaciones relacionadas con páginas que cuentan con objetivos claros de innovación. Le sigue la innovación colaborativa abierta con colaboradores integrados, 11 registros (22,9%) y co-innovación totalmente abierta con 10 observaciones (20,8%). Al comparar estos datos con el total de sitios Web analizados (120), los porcentajes disminuyen considerablemente, así: Innovación cerrada 16,6%; Innovación colaborativa abierta con colaboradores especializados (5,8%); Co-innovación con colaboradores integrados (9,1%); Innovación colaborativa totalmente abierta (8,3%).
Gráfica
3
Tipo de
innovación evidenciados en los sitios Web
Fuente: Elaboración propia
Al llevar este análisis a los
registros por países, se encuentra que la innovación colaborativa abierta, en
cualquiera de los tres tipos indicados, solo es evidenciada en uno o dos sitios
Web empresariales (Gráfica 4). En
algunas empresas se presentan dos tipos de procesos de innovación, por ejemplo:
cerrada para algunos desarrollos ligados a departamentos de innovación y
desarrollo, y abierta con colaboradores integrados para apoyar a clientes y
proveedores en adelantos que pueden, posteriormente, beneficiar a la empresa
que los convoca.
Gráfica
4
Tipo de
innovación por país
Fuente:
Elaboración propia
El siguiente análisis conduce a identificar los públicos que son llamados a participar en los procesos de innovación colaborativa abierta. En este punto, la mayoría de las páginas no son explícitas en indicar quienes son los convocados. De los registros evidenciados con claridad, se encuentra que los clientes y proveedores son los que lideran las convocatorias, seguidos de los estudiantes universitarios e investigadores especializados (Gráfica 5).
Gráfica
5
Públicos
convocados a participar en procesos de innovación colaborativa abierta
Fuente:
Elavoración propia
Tabla 1
Empresas con presencia de
innovación en sus páginas Web
(1) Cerrada,
(2) abierta con colaboradores especializados (3) abierta con colaboradores
integrados (4) totalmente abierta
Fuente: Elaboración Propia.
Como parte de las observaciones realizadas, se encontró que algunas de las páginas que contaban con objetivos claros de innovación, también registraban vínculos a otras páginas o plataformas especializadas, algunas de las cuales son extensiones de la misma compañía, como por ejemplo: México: Plataforma Bimbo Eleva. Metodología Blue box; Colombia: Grupo Sura: Sura Innova, Ecopetrol: Plataforma de registro - correo electrónico, EPM: www.conexionviva.com Parque Explora y Nutresa: Imagix 2.0; Brasil: Electobrás: CEPEL (http://www.cepel.br/); Perú: Graña y Montero: A través de la Asociación Civil Espacio Azul - Portal de ingeniería PI- Impluso Alimentación; Chile: ENEL: Enel Santiago Innovation Hub y Open startup; Argentina:Molinos; Ecuador: Grupo Difare: Sistema Neptuno; Costa Rica: Compañía Nacional de Luz y Fuerza: Micrositio Comunidad Virtual CNFL - cuentas de correo electrónico y el Instituto Costarricense de Acueducto y Alcantarillado: biblioteca wiki. En la Tabla 1, se registran las empresas que visibilizan los procesos de innovación en sus sitios Web y los tipos de innovación identificados en cada una. Como se mencionó anteriormente, algunas empresas registran dos tipos de innovación.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La revisión de las páginas Web de algunas de las empresas más grandes de América Latina, con
capital inicial de origen nacional, permite evidenciar que se están
desarrollando procesos de innovación empresariales y que algunas de estas
organizaciones consideran relevante la visibilización de la innovación en sus páginas o portales
corporativos. Grazzi y Pietrobelli
(2016) advirtieron que existe una relación entre innovación,
productividad, acceso y uso de las TIC,
y que esa relación no es tan sencilla de identificar. El análisis de las páginas
Web permite una aproximación empírica
al uso de las TIC en los procesos innovadores en la región.
La mayoría de los
resultados obtenidos en la revisión de los portales conduce a pensar que gran
parte de la innovación empresarial de la región es cerrada. No obstante, hay
ejemplos suficientes de innovación colaborativa abierta en los tres tipos
señalados por Lazzarotti y Manzini
(2009).
Empresas grandes de la
región, también están explorando la utilización de comunidades en línea que,
como lo menciona Bugshan (2015), tiene diferentes
valores para las empresas: puede aumentar la cuota de mercado y reducir el
tiempo de comercialización, también aumenta los resultados de aprendizaje y
conocimiento de las organizaciones. Esta es una nueva estrategia que pone a los
clientes a trabajar, permitiéndoles convertirse en co-innovadores.
Cirera y Maloney (2017) indican que las empresas de los
países en desarrollo, y en particular las latinoamericanas, carecen de
capacidades que facilitan la innovación. Señalan, entre otros aspectos, la
contabilidad básica, habilidades de diseño de la planta, hasta las herramientas
para planificar en un horizonte plurianual e identificar un avance tecnológico
relevante y capacitar al personal para adaptarlo.
Es probable que los
autores se basaran en el comportamiento y características de las pequeñas y
micro empresas de la región ya que el presente estudio apunta a la existencia
de procesos de innovación, tanto cerrada como abierta, en las empresas más
grandes. Aunque esta situación solo se registra en el 36% de las empresas
analizadas (Gráfica 3), es de resaltar que corresponde a aquellas que desean
visibilizar el proceso a través de sus páginas Web. Este argumento también arroja una visión optimista frente al
dinamismo empresarial en la región y a la articulación que se está dando entre
algunas de las empresas indagadas con otras instituciones gubernamentales y
educativas. Es de destacar que el ecosistema innovador empieza a evidenciarse
con mayor fuerza en Brasil, Argentina, México y Colombia (Gráfica 4).
Las estrategias de
innovación colaborativa abierta, encontradas en los portales y páginas Web,
comprenden: concursos y desafíos, capacitaciones, apoyo a ideas originales y
comunidades en línea. Nuevas investigaciones podrían abordar con mayor
profundidad la forma en que se están llevando a cabo estos procesos de
innovación que involucran a varios públicos y, en particular, la forma como en
América Latina se están implementando las comunidades en línea vinculadas a
procesos de innovación empresariales. Resulta especialmente interesante la
relación entre las comunidades en línea y la generación de capital social. Como
lo menciona Bugshan (2015), este tipo de comunidades
ayudan a la construcción de entornos donde los miembros apoyan a otros
miembros, en forma gratuita o a un costo muy bajo, en comparación con las
grandes inversiones que se hacen en innovación y desarrollo.
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