Distribución potencial de Helocassis Spaeth, 1952 (Chrysomelidae: Cassidinae) en México

Autores/as

  • Fatima Magdalena Sandoval-Becerra
  • Uriel Jeshua Sánchez-Reyes
  • Santiago Niño-Maldonado
  • Miguel Vásquez-Bolaños
  • José Rafael Herrera-Herrera

DOI:

https://doi.org/10.32870/dugesiana.v22i2.4720

Palabras clave:

Crisomélidos, SIG, Distribución Potencial, Factores Abióticos, Biogeografía

Resumen

Las herramientas de los sistemas de información geográfica (SIG) para la determinación de la distribución potencial de especies son muy útiles para estimar la riqueza biológica de sitios no estudiados y representan un elemento importante en el conocimiento biogeográfico y establecimiento de áreas prioritarias para la conservación. Pocos estudios en invertebrados han integrado el uso de esta tecnología, en contraste con otros grupos zoológicos como lo son aves, mamíferos y reptiles que la han explotado al máximo. La inclusión de la familia Chrysomelidae en este tipo de estudios es relevante dada la importancia ecológica y económica de sus especies, entre ellas las pertenecientes al género Helocassis. Mediante el algoritmo de máxima entropía (MAXENT) y registros georreferenciados de ejemplares de distintas regiones de América, se generaron los primeros mapas de distribución de tres de las especies del género en México. La distribución conocida de las especies analizadas abarca 18 entidades y mediante la estimación en su distribución con este algoritmo, la presencia del género se incrementó a 27 estados excepto para Baja California Norte y Sur, Colima, Tlaxcala y Quintana Roo, lo cual representa más del 84% de cobertura en el país. Los resultados permiten diferenciar tres categorías con base en la presencia de una, dos o tres de las especies analizadas, siendo Helocassis testudinaria (Boheman, 1855) la especie de mayor distribución, seguida de Helocassis clavata (Fabricius, 1798) y Helocassis crucipennis (Boheman, 1855). En base a los mapas de distribución potencial, los estados con mayor riqueza representativa del género fueron Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas. Se encontró que la ecorregión fue la principal variable en común que determina la distribución de las especies evaluadas. Sin embargo, debido a la escasa información disponible sobre la biología y ecología de las mismas, es necesario realizar muestreos sistemáticos en escalas temporales mayores, en donde pueda asociarse la presencia de dichos taxa con los atributos ambientales que influyan en su distribución. De esta forma se generarían modelos de distribución potencial robustos que contribuyan a la conservación de estas especies de crisomélidos en México.

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Publicado

2015-12-16

Número

Sección

Artículos